¿Por qué “comprender la inmigración”?

Comprender el rompecabezas de la inmigración es un arduo trabajo. Y lo es porque los movimientos migratorios, como todos los desplazamientos de personas, sean forzados o más o menos voluntarios, son procesos sociales complejos en los que intervienen distintos actores con intereses que pueden ser coincidentes u contrapuestos. Además, se desplazan en contextos diversos que hacen que cada proceso migratorio tenga componentes específicos diferenciados. Estos contextos son tanto los que se producen en los países de origen (sean circunstancias económicas, crisis sociales o condicionantes políticos que dificultan el desarrollo libre de las personas, a veces situaciones extremas causadas por el hambre, la violencia y la persecución política) como en los países de destino (con el envejecimiento de sus poblaciones, con una insatisfecha demanda de trabajadores en diversos sectores de la actividad económica, y/o con políticas de entrada que oscilan entre sistemas de gestión eficaces y otros sistemas inadecuados, ineficaces e injustos). A ello hay que añadir la situación en los países de tránsito y las dificultades que han de afrontar las personas migrantes en sus desplazamientos transfronterizos, especialmente las que lo hacen de modo inseguro jugándose la vida en el camino. Todo ello configura un panorama de la “cuestión migratoria” muy diverso.